Agradecimientos en mi novela

A mi familia, por haberme aguantado durante el tiempo que he estado trabajando en esta obra. Sé que he llegado a mostrarme demasiado irritable e irritante y espero que me sepa perdonar. Gracias por apoyarme. A mis padres, Rosa y Javier, y a mi hermana, Edurne.

A Juan Granados, a Manuel Díaz Ordóñez y a Miguel Aceytuno Comas, por creer siempre en mí.

Al cn Luis Mollà, por sus consejos, sobre todo por el de «pico y pala».

Al cn Adolfo Zarandona (ret.), por su gran sabiduría y generosidad.

Al cabo primero Marcelino Robles (especialidad de Armas Submarinas), por sus notas y apuntes sobre «peces mecánicos» y por su inestimable ayuda y ánimos (¡Viva la Asturias!).

A los amigos que me permitieron traspasar las puertas de Carlos I de la Escuela Naval Militar de Marín, como el comandante Javier Heredia y el tn Bartolomé Navarro. Tampoco me olvido de Augusto.

A Lidia Mariño, por haberme invitado y «obligado» a enfrentarme al desafío de escribir una novela.

A Javier, de Novilis, por haberme brindado la oportunidad de participar en su blog y en un mundo literario diferente.

A Javier Álvarez, Ricardo Medrano y Nieves Rivero, compañeros de facultad, por seguir mis pasos en la redacción de esta obra.

A Daniel Heredia Ernenwein, por haber resuelto mis pequeñas dudas.

A todos y todas los que me han apoyado y que no cabrían en estas hojas, como Antonio Ollés, Jorge Bañón, Ángel Canabal Chamosa, Carlos Cabada, Munia M. Merino, José Ignacio Pasamar…

Al equipo de Milenio 3: Iker Jiménez, Carmen Porter, Santi Camacho…, por tantas horas de acompañamiento mientras tecleaba y tecleaba.

A toda aquella persona de mi pasado que me sigue importando como el primer día.

Specially to Charles Angevine (WWII vet aboard uss Abbot), Joe Smith, Bill Black and John Kelleher (lieutenant of us Navy 1961-1969) and to all abboteers.